Ciudadanos del mundo clásico, me dirijo hoy a vosotros con la firme convicción de que otra realidad es posible.
El estudio del que se ha convertido en nuestro mundo, aquél que compartimos con Pericles, con Leónidas, con César y con Augusto entre tantos otros, está hoy en entredicho. La actualidad pretende romper con sus raíces sin darse cuenta de su importancia, y sólo unos pocos permanecemos en pie de guerra, defendiendo que no hay nada nuevo bajo el sol.
Cada uno de nosotros, el profesorado de Latín y Griego, nos vemos obligados a combatir cada día en nuestras aulas, debiendo justificar ante todos nuestra presencia en los centros como si el estudio de estas materias fuera prescindible.
Y, ciertamente, no hay ni un solo profesor de clásicas que no luche encarnizadamente frente a preguntas como ¿para qué sirve el latín y el griego?, ponderaciones sin lógica, horarios hechos con alevosía y des-orientaciones psico-pedagógicas. Luchamos, pero estamos solos en esos centros semejantes a ciudades-estado.
Nadie mejor que nosotros sabe que sólo la unión de los griegos venció al Imperio Persa, sólo la unión de los romanos creó un Imperio. ¡Lo damos todo! mas parece que salimos al campo de batalla habiendo perdido de antemano. Nosotros, aquellos que defendemos que se estudie y aprenda de los antiguos griegos y romanos, debemos ser los primeros en hacerlo…
Y es que, compañeros, estamos en guerra. Una guerra contra la ignorancia, contra la falta de sentido común, contra aquellos que pretenden enterrar el pasado y, con ello, acabar con nuestro futuro.
Todos nuestros esfuerzos individuales no están surtiendo efecto, nuestras actuaciones aisladas no tienen fuerza y es por ello que me presento ante vosotros con una propuesta.
Lamentablemente, al ser un sector tan desfavorecido, necesitamos una estrategia de defensa.
Defendámonos entonces nosotros mismos, creemos nuestro
Día por la Defensa de los Estudios Clásicos,
en una fecha respaldada por todos que muestre al mundo que estamos unidos.
Puede que sus palabras cubran el sol...
οὐκοῦν χαρίεν ἔσται, εἰ ὑπὸ σκιὰν μαχούμεθα.
Rosa Elvira Campoy Medina
Lda. en Filología Clásica
Universitat de València
